Crecí en el campo, entre melocotoneros, cerezos, viñedos y olivos. Vengo de una familia de agricultores, mis padres, mis abuelos, mis bisabuelos…(GRACIAS por todo lo que me habéis dado) y esto siempre me ha permitido estar en continuo contacto con la naturaleza.
Estudié Educación Social, y trabajando en ello confirmé lo que venía sintiendo desde niña.
Hace unos años nació mi hijo, y durante ese periodo de crianza comprendí que mi trabajo en las instituciones había terminado, y que era el momento de mostrar mi propia luz.
Cuando mi hijo tuvo un año de vida, le apareció una dermatitis atópica importante. Este hecho me hizo recordar mi sabiduría ancestral: la capacidad de curación a través de las plantas y elementos naturales. También pude experimentar la gran conexión entre dolencia y emociones, y la posibilidad de mejora cuando vemos lo que el cuerpo nos muestra, desde una mirada completa y universal.
Después de un proceso de sanación mágico y hermoso, comprendí que aquella vivencia tenía que ser compartida con todas las personas que experimentaran una situación similar, y buscaran soluciones alternativas.
Y así, casi sin darme cuenta, nace Esencia Ancestral. Un espacio de cuidado y respeto donde lo más importante es cada persona.
Siento una profunda conexión y respeto por la Tierra, y una sensibilidad por las personas y por sus procesos naturales de sanación.
Me siento feliz de haber llegado hasta aquí, experimentado una y otra vez la magia de las terapias naturales. Acompañar a mis pacientes en sus procesos de sanación es la oportunidad para transmitir todo lo que quiero compartirte.
Desarrollar mi trabajo me conecta con la plenitud y la expansión, y desde ahí, sigo creciendo cada día para recorrer juntas este camino de conexión, bienestar y magia.